como el fin del mundo

la mañana del apocalipsis

Lunes 15 de marzo del 2021. Llevábamos ya más de una semana engullidos por una contaminación atroz de día y de noche. No moderada (amarillo), ni mala (naranja), ni pésima (rojo), sino atroz: la franja de por encima de 200.

La aplicación anunciaba para este lunes vientos del norte y, en consecuencia, ¡por fin!, un enorme bajón de contaminación.

Craso error:

La clave era ese extrañísimo brillo amarillo entrando por entre las cortinas cuando desperté, el típico de las tormentas de polvo/arena que había en Pequín por marzo/abril, pero que habían estado notablemente ausentes en los últimos años. Y ese viento del norte, en vez de limpiar, nos trajo una megatormenta de arena como no se había visto en muchos años. Juntada a la supercontaminación que llevábamos padeciendo, formó un mejunje espantoso.

A media mañana, mi aplicación AirVisual me redescubrió el color de por encima de 300: contaminación no ya atroz, sino dantesca:

Desde el mediodía, y hasta el martes por la mañana, estuvo clavada en 2000, que será el límite máximo que es capaz de medirse. Ya no dantesca, sino verdaderamente apocalíptica:

Leave a Reply